lunes, 17 de noviembre de 2008

Movimientos.

Tengo que echar por tierra una leyenda urbana: eso de que a partir de la semana 31 los movimientos se sienten menos porque el niño es más grande y tiene menos sitio para moverse... va a ser que no. Eso, o mi hija es una futura acróbata del "Circo del Sol" con complejo de pollo asado (prometo explicarlo más adelante). Resulta que se ha vuelto a poner de culo, para fastidiar, pero al menos ahora sé que ese bulto sospechoso que tengo cada mañana sobre el ombligo es la cabeza y no el culo, que ya es un paso. La cuestión es que no para quieta... nunca; antes la notaba cuando estaba tumbada en el sofá en estado de relax... pero ahora es a todas horas: comiendo, en el metro, mientras escribo esto, en la cama, en la ducha, mientras me echo crema... Y me encanta, no creáis que no, pero claro, depende del tipo de patada, codazo o cabezazo que dé, acabo pegando un bote (por el susto y la impresión) y soy todo un espectáculo. Y es que tiene que resultar impactante ver a una embaraza sentada en el metro, con sonrisa boba y pegando saltitos... de foto, vamos.
Y ahora es cuando explico lo del pollo asado, para que no penséis que me he vuelto (más) loca. Tiene que darse la vuelta porque nacer de culo es muy chungo, y aunque yo se lo digo una y otra vez (el tocólogo me dijo que eso era un asunto entre madre e hija), creo que la pobre está despistada y se equivoca de rotación. Vamos, que en vez de girarse para poner los pies donde tiene la cabeza y viceversa... se gira como los pollos asados en el horno, sino no me explico los movimientos salvajes que siento, casi siempre en el mismo sitio, y que hacen que parezca que la piel de la tripa se va a partir en dos y va a asomarse y saludar. Y es que esta niña mía tiene alma de minero... ¡qué rica!

La nueva visita al tocólogo.

El viernes tuve eco y visita al tocólogo... me parto con ese hombre, en serio; yo quiero que esté él cuando me ponga de parto, que así entre alarido y alarido me hecho unas risas :)
La eco fue un poco desastrosa... desde mi punto de vista, claro. Me dijeron que estaba todo perfecto, que Ixone está bien de peso y tamaño para la edad gestacional (ya pesa más de 2 kilos... ¡¡no crezcas más que tienes que salir por un agujerito muy chiquitín!!), que tiene la vejiga llena (señal de que los riñones funcionan) y que va todo perfecto... pero yo no pude ver nada, porque mi criaturita decidió ponerse de espaldas y fue imposible verle la cara, o por lo menos el perfil... pero bueno, como sé que es una monada se lo perdono todo... excepto que está de culo, que ya le vale.
Y con el tocólogo... lo de siempre: cualquier cosa que me pase es normal (tener granitos rojos en la tripa, calambres que me paralizan en mitad de la calle, que una zona de la cabeza se me manche antes que la otra, que me hayan salido antenas verdes encima de las orejas...) y el remedio es "ajo y agua" (o lo que es lo mismo, a jod**** y aguantarse).
Por lo demás, todo sigue en orden. Yo sigo sin engordar (kilo y medio en todo el embarazo... eso es algún record, fijo), el primer intento de la curva de glucemia ha dado alto y me la tienen que repetir (¡qué raro!) pero en largo (4 horas en el hospital poniendo mis venas a disposición de enfermeras satánicas obsesionadas con mi sangre... qué bien).
Y aquí va una foto de mi pedazo de barriga con el ombligo despuntando (algún día tenía que pasar, era inevitable)... ¡ha cogido carrerilla y no para de crecer!).


martes, 11 de noviembre de 2008

La ropa de cuna.

Jamás hubiese imaginado que localizar la ropa de cuna iba a ser tan complicado, en serio. Después de descartar bastantes modelos (en parte porque no me gustaban, en parte porque parece que todo el mundo se ha vuelto loco al ponerles el precio), meterme en todas las tiendas imaginables y empezar a desesperarme, esta mañana he logrado mi objetivo... ¡¡Ixone ya tiene ropa de cuna!! Vale, todavía no tiene cuna... pero por algo había que empezar, ¿no?
El otro día, de manera casual, descubrí una tienda de cosas de bebé cerca de mi nueva casa y esta mañana he decidido ir a investigar... ¡y ha sido todo un descubrimiento! Sólo tenía dos puntos claros: que no quería nada rosa y que la habitación va a ser verde. Bueno, eso y que no quiero dejarme una pasta gansa, que tampoco es plan.
Y allí estaban el edredón y la chichonera mirándome desde lo alto de una balda, metidos en una bolsa de plástico y suplicándome que me los lleve a casa. El color me encanta (verde, naranja y blanco... bueno, crema muy suave), las jirafas me han parecido adorables y el precio de lo más razonable (todo el conjunto, cojín a juego incluído, no alcanza el valor de un edredón de Prénatal), así que no me ha costado demasiado decidirme.
De hecho, me he tirado a la piscina y he comprado una bolsa con cambiador a juego, así que ya tengo la bolsa para el hospital, el cambiador (que tengo intención de adaptar para usarlo en la habitación) y una bolsa para la silla cuando sea verano (más que nada porque no es impermeable).
Y es que basta que busques para no encontrar... y que sólo salgas de paseo para descubrir pequeños tesoros.

¿Será hipo?

Ya me he acostumbrado a las patadas (aunque la cara de tonta no me la quita nadie), pero últimamente siento unos golpecillos débiles y asombrosamete rítmicos que me tienen de lo más intrigada. He estado meditando sobre el tema y he llegado a dos posibles conclusiones:
a) mi hija tiene instinto minero y ha descubierto la manera de golpear todo el rato en el mismo sitio, como si tratase de atravesar la pared (también conocida como mi útero) y descubrir enormes vetas de oro y diamantes.
b) Ixone tiene hipo, cosa bastante probable si tiene algún tipo de carácter hereditario, porque yo tengo hipo cada dos por tres y me convierto en una especie de bocina andante.
Sea como sea, y visto que tampoco voy a tener manera humana de descubrir la razón real, me limitaré a poner la mano sobre la tripa cuando pasa eso a ver si así se calma (aunque por norma general consigo el efecto contrario) y se le pasa... o no, que me encanta sentir sus movimientos.